Si le hiciera la pedicura a Trump


Con tantas metidas de pata, el presidente de los Estados Unidos Donald John Trump, debe al menos tener las uñas de los pies limpias y pintadas. Seguro que así se notarían menos. Fue lo que le dije a una de las clientas que me preguntó a qué famoso me gustaría hacerle la manicura y pedicura. Y sin dudarlo contesté que a Trump.


No, a las Kardashian no, le contesté, porque a pesar de que son muy listas y buenas empresarias -solo mirad todo lo que han logrado en la tele- me quedo con Trump, que ya ha pasado a la historia. Termine o no el periodo presidencial, ha sido y será todo un personaje, el personaje del 2017. Se podría decir que Mister Trump le ha dado una vuelta al mundo, pero no viajando, sino que ha tratado de ponerlo de revés.
Tampoco crean que será fácil, me preguntará sin duda si soy mexicano y tratará de saber sobre  mis raíces. Habrá que soportar sus chistes, que dicen que son malos, pero luego, mientras voy luciendo sus pies, le voy poniendo tema de conversación. Y de repente le preguntaré: señor presidente, Putin le ayudó a ganarle a Hillary, que era mi candidata. Dejaré por supuesto esta y otras preguntas más comprometidas para cuando le haga el masaje de los pies. Estará medio dormido. Y cuando yo vea que va cerrando los ojos le preguntaré: habrá guerra con Corea del Norte,  y por último, si es verdad que no duerme en la misma cama con Melania.
Pero bueno, esto no será una realidad. Muchas famosas han pasado por nuestro centro y muchas de ellas me han contado cosas fuertes, que jamás hubiera imaginado, estando muy despiertas por cierto, sin hacerles el masaje, sin que estuvieran muy relajadas.
Somos como los que atienden las barras de los barres, que siempre escuchan pero pocas veces hablan. En esta profesión es así, escuchar, escuchar y escuchar, y de vez en cuando asentir, hacernos los sorprendidos, porque en ocasiones, es más importante dejar que las cliintas hablen, que el diseño o el color de las uñas.
Eso sí, no soltar prenda jamás. Una cosa para terminar, tratad a vuestros clientes como si fueran los más famosos de la tierra y siempre volverán. Escuchadles,sobre todo, porque en el mundo de hoy todos queremos hablar, pero son pocos los que quieren escuchar.